Sobre la Red de Observación
Durante el Proceso Electoral Ordinario del Distrito Federal 2014-2015, se dio una articulación entre el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) y diversas Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) tradicionalmente relacionadas en temas de observación electoral, lo cual permitió contar con una RED DE OBSERVACIÓN[1] para vigilar el desarrollo de los comicios. Derivado del éxito que dicha articulación tuvo, el IEDF y algunas de la OSC que participaron en la RED acordaron llevar más allá esta experiencia inédita en la Ciudad de México y, por primera vez se conformó una RED DE OBSERVACIÓN CIUDADANA que participara de manera activa en el proceso de la Consulta Ciudadana sobre Presupuesto Participativo 2016. En palabras del Consejero Electoral del IEDF, Yuri Gabriel Beltrán Miranda “aunque la observación electoral suele estar enfocada en los procesos electorales y no en los mecanismos de democracia directa y de participación ciudadana, en esta ocasión, las OSC pusieron su lente vigilante en estos últimos”. Los informes que, con su expertise en temas de observación, elaboraron las OSC permitieron dar cuenta del sentir de la ciudadanía sobre temas de clientelismo y condicionamiento de programas sociales llevados a cabo por grupos políticos y funcionarios públicos; credencialización y votación gremial impulsada por líderes de comerciantes, para favorecer determinados proyectos que no necesariamente benefician a la comunidad; falta de difusión de la consulta y sobre los proyectos a elegir; así como identificar posibles fallas u omisiones en el proceso[2]. Sin duda, la participación de la sociedad civil organizada para observar el Presupuesto Participativo de la Ciudad de México (PPCDMX) ha sido una acierto. Sin embargo no es suficiente; de lo que se trata es no sólo de vigilar el proceso sino de que la ciudadanía participe masivamente, que haga suyo este instrumento y logre una importante incidencia.
Esta rápida revisión del PPCDMX, nos obliga a reflexionar sobre las posibles causas que generan la baja participación ciudadana. Aunque este espacio resulta breve para realizar un análisis profundo, trataremos de esbozar algunas tesis. En primer lugar, podemos advertir que a diferencia de lo planteado en el modelo original (Porto Alegre, 1989), en el PPCDMX no se llevan a cabo asambleas regionales ni temáticas que involucren de manera importante a los vecinos de las colonias o pueblos originarios asentados en la ciudad. Si bien, tanto las autoridades delegacionales como el IEDF están obligadas a fomentar la participación de la ciudadanía para la propuesta de proyectos específicos que beneficien a sus colonias y pueblos originarios, así como prestar asesoría técnica para la elaboración de los mismos, lo cierto es que un amplio sector de la población desconoce la existencia del programa, como lo deja ver la Encuesta sobre la evaluación del desempeño de Comités Ciudadanos y Consejos de los Pueblos 2015, encargada por el propio IEDF al Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, donde 76% de las personas consultadas dijo desconocer la existencia del PPCDMX[3]. Por otra parte, el procedimiento mediante el cual las Jefaturas Delegacionales califican la viabilidad física, técnica, legal y financiera, que deben observar los proyectos, carece de absolutamente de transparencia, lo que genera un alto grado de desconfianza por parte de la ciudadanía que, al ver que los proyectos que propone muchas veces son calificados como no viables, sin que haya un dictamen claro que respalde tal decisión, decide ya no participar. En este sentido, en junio de 2016, el Consejo General del IEDF aprobó la conformación de un Comité Especializado[4] para realizar un estudio técnico sobre el proceso de registro y evaluación de los proyectos que llevan a cabo las Delegaciones Políticas[5]. Las conclusiones del estudio señalan que no existe homologación en los criterios de viabilidad (física, técnica, legal y presupuestaria) entre las 16 Jefaturas Delegacionales; es decir, cada demarcación determina sus propios parámetros. De acuerdo con los especialistas, el PPCDMX funciona más como un mecanismo de gestión que al final es avalado solo por algunos cuantos vecinos, carece de convocatoria y efecto social resulta pobre.
Este tipo de revelaciones nos hacen presumir que existe un problema de origen; es decir, el diseño institucional bajo el cual se circunscribe el PPCDMX resulta poco favorable para que la ciudadanía se sienta verdaderamente integrada en cada una de las fases del procedimiento y considere que su participación es tomada en cuenta. Consideramos que la práctica del PPCDMX no sólo debe continuar, sino que requiere ampliar su oferta y cobertura. No obstante, resulta indispensable realizar un análisis profundo y detallado, alejado de filias y fobias partidistas, sobre el diseño procedimental del PPCDMX, sus objetivos y, particularmente en lo que corresponde a la transparencia y rendición de cuentas, siempre de la mano de la ciudadanía. Mientras esto no suceda, la participación masiva y la incidencia real de la ciudadanía en este instrumento de democracia participativa seguirá siendo una aspiración y no una realidad.
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Referencias:
[1] La Red de Observación Electoral estuvo conformada por 34 OSC, así como ciudadanas y ciudadanos a título personal, además de representantes de organismos internacionales (visitantes extranjeros) como la OEA, Unasur, Capel, Uniore, entre otros.
[2] Los informes de las OSC que conformaron la RED DE OBSERVACIÓN se encuentran compilados en la obra “Perspectiva ciudadana en ejercicios de democracia directa en la Ciudad de México”, editada por el IEDF, en octubre de 2016.
[3] Para mayor información consultar: http://www5.diputados.gob.mx/index.php/camara/Centros-de-Estudio/CESOP.
[4] Dentro del marco de la Consulta Ciudadana sobre Presupuesto Participativo 2017, el IEDF acordó que ocho especialistas y reconocidos académicos integren dicho Comité, con experiencia en temas de participación ciudadana, ciudadanos y ciudadanas, observadoras y observadores electorales, género y ejecución de obras y proyectos. El Comité Especializado estuvo conformado por: Dra. Silvia Gómez Tagle; Dr. Manuel Canto Chac; Mtro. León Aceves Díaz de León; Mtro. Diego de la Mora Maurer; Dr. Salvador Guerrero Chiprés, Mtro. Carlos de la Cruz Hernández, Mtra. Alejandra Rubio Arce y Dra. Cristina Sánchez-Mejorada Fernández.
[5] El estudio se realizó a partir de una muestra aleatoria y representativa, una por delegación política, de los proyectos inscritos en los distintos rubros: prevención del delito; obras y servicios; infraestructura urbana; equipamiento urbano; actividades recreativas; actividades deportivas; actividades culturales: