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Ángel Alvarado Morales

PAPÁ, ¿Y AHORA POR QUIÉN?


Foto: Jasiel Valerde

Decir que la vida hoy es distinta a aquella en la que cumplía yo 18 años, sonaría absurdo por ser demás bastante lógico. Pero la contundencia de esta hipótesis la originó mi hija, quién cumpliendo ya su mayoría de edad, bosquejó la siguiente pregunta: papá, ahora que ya puedo votar ¿por quién me aconsejas hacerlo?

No negaré que mi expresión fue de total sorpresa. A la edad que ella tiene, yo pensaba en otras cosas: los amigos, la calle, las fiestas, las chicas…. Y no niego que en ella hay bastantes tenores sobre los mismos temas, pero, esa pregunta cimbró toda (si, así como suena: TODA) mi estructura mental.

Lo primero que contesté (como buen analista) fue: ¿por qué preguntas eso hija? Y vaya sorpresa. Su respuesta tuvo que ver exactamente con los temas por los que yo no pensaba en votar a mis 18 años. Sí, dijo que hoy en día veía un Orizaba con miedo, en donde no puedes salir con la confianza de estar tranquilo, no puedes disfrutar de la belleza del lugar porque no sabes lo que puede suceder, los comercios cierran, los amigos se van por que no hay nada que hacer, las fiestas son peligrosas y los chicos (las chicas para mí, ¿recuerdan?) que conocía no representaban una seguridad de ser personas fiables.

Por ello, al aconsejarle por quién votar, le dije lo siguiente:

Hija, cuando vayas a ejercer tu voto, debes hacerlo una vez que hayas conocido al candidato, identificarlo en su persona, empezando por su físico, conocer su pasado, su presente y qué ha sido de su vida en esta ciudad nuestra. Debes contemplar los siguientes temas:

De la Confianza: Lo primero que debe despertar en ti, es la CONFIANZA. Debes sentir que será una persona con la que puedes contar en caso de que las condiciones sociales, económicas, ambientales y/o políticas, no vayan por el rumbo que necesitas para vivir en esta ciudad. Confianza en que tendrá siempre las puertas abiertas para ti como ciudadana. Confianza en que sabrá administrar los recursos municipales de tal manera que no los lleve al beneficio propio. Confianza en que cada centímetro de pavimento en tus calles son lo que necesita cada poblador de nuestra Pluviosilla, bajo consensos sociales que nos permitan participar de las decisiones de cada acción. Confianza en que serán respetadas todas y cada una de las personas de este lugar. Confianza en que tendrá la capacidad de escuchar a la gente por la que trabaja dándole soluciones que merezcan su quehacer. Confianza hija, confianza; si eso sientes al estrechar su mano, ese es un buen indicio.

De la Seguridad: Debe ser una persona que represente seguridad; es decir, con la que te sientas seguro, que no temas estando inclusive cerca de ti. Que hable de un proyecto en el que nuestra gente pueda salir a la calle, a su trabajo o a dónde quiera o deba salir, con la SEGURIDAD que no será molestado ni en su persona ni en sus bienes. Que te defina los cambios que deben hacer en los sistemas municipales de seguridad pública. Mejores policías; pero no sólo que sepan disparar o que sepan leer; sino que tengan la capacidad moral y cognitiva de su diaria actuar; que se comprometan con su ciudad pero más aún con sus ciudadanos. Que exista un proyecto de ley que nos de la confianza de la sana convivencia entre ciudadanos.

De los Proyectos: Orizaba es hermosa en su concepción, por lo que la persona por quién votarás, debe incluir proyectos capaces de generar economía, NO sólo ornamenta o calles maquilladas. Debe liderar proyectos de sustentabilidad que eduquen, que produzcan y que mejoren las condiciones de vida de nuestra ciudad. De incluir y motivar proyectos que despierten la participación ciudadana, en dónde los desarrollos deban confluir en tres puntos: 1) el social, 2) el económico y 3) el educativo.

De la Inclusión: El voto se lo debes dar a quién sea incluyente. Debe ejecutar acciones que permitan el desarrollo y la participación de géneros distintos, de edades diversas, de etnias no iguales, de culturas distantes, de niveles económicos diferentes, de ideas dispersas. Que cada ciudadano en su universo único y diferente pueda sentirse dentro de los esquemas de gobierno que se desarrollen en nuestra sociedad. También y sumamente importante, sentirse orizabeño sin que en su cuna exista un registro que lo signe como tal.

De la Integración: EL votado, deberá tener la capacidad de integrar a todos los ciudadanos. Cada uno debe poner su sapiencia, su experiencia, su conocimiento, sus capacidades, en pocas palabras su ser, a la disposición de los proyectos de un Orizaba distinto; el que gobierne deberá tomar todas y cada una de estas características de los ciudadanos y crear esquemas transversales de participación ciudadana, generando economía, educación y desarrollo social.

De las Oportunidades: Vota por quién en su proyecto de ciudad te hable de tu futuro, de esos planes económicos que te hagan querer estar en esta ciudad; por quién sepa y conozca los quehaceres y necesidades de su pueblo; por quién no sólo siente en su mesa a sus amigos y a sus cómplices económicos (socios) sino porque sienta también a los que NO cursaron el mismo sitio bancario con él.

De la cultura: Aquella persona que incluya desarrollos culturales en sus proyectos, esa merece tu atención. Aquella que además de parques y jardines, bonitos camellones y maravillosas plazas, proyecte en sus propuestas diversas bibliotecas, centros de desarrollo humano, unidades de desarrollo intelectual, inclusión de temas interculturales, esa persona que presente esto en sus propuestas de campaña, merecerá un sufragio ganador.

De la Identidad: Hija, vota por el nombre que te despierte un sentido de pertenencia y amor por esta ciudad, por este municipio, por esta tierra. Vota por aquella persona que establezca proyectos que nos den identidad como orizabeños, identidad laboral, marca de origen en nuestro diario quehacer; identidad cultural, identidad social e identidad económica.

Hija, como te lo dije antes; aquel que merezca tu voto deberá hacerte sentir que eres una orizabeña con el valor específico que representas, hacerte sentir que esta tierra vale por lo que es de origen y no sólo por sus pavimentos y sus dineros, que existe identidad como ciudad y que existe identidad como ciudadano…. Y si se hace alusión a que en esta ciudad no hay nada que hacer, ese por quién votar deberá motivarte a que exista mucho a dónde ir y mucho en donde hacer.

Decir que la vida hoy es distinta a aquella en la que cumplía yo 18 años, es decir una verdad no sólo de transición generacional, sino de verdadero peso ciudadano.

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