**Pues se está espiando a personas que trabajan por la mejora social; y además con recurso público.
**En este país no existen garantías para la utilización de estos programas informáticos; asegura Directora de CENCOS
**Es importante exigir la actuación de los demás poderes de la Federación para que el Ejecutivo rinda cuentas, asegura.
El espionaje ejercido por el Gobierno Federal tanto a periodistas como a activistas, es un tema que debe importar por igual a todos los miembros de la sociedad, puesto que la labor de los mencionados actores sociales está enfocado a la mejora de las condiciones de los ciudadanos, y para que “el país se vuelva más democrático”, asegura Ixchel Cisneros Soltero, directora ejecutiva del Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS), organización no gubernamental que tiene como misión fortalecer, promover y difundir los derechos a la libertad de expresión y acceso a la información.
Esta problemática fue puesta en la mesa, de nueva cuenta, cuando la semana pasada las organizaciones R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales, junto con ARTICLE 19, y SocialTIC, sacaron a la luz pública su informe #GobiernoEspía, que documenta 76 nuevos intentos de infección con Pegasus (un sofisticado malware de vigilancia que solamente puede ser comercializado a gobiernos) en contra de periodistas y defensores humanos en México. Dicho informe sirvió como base para un artículo del periódico estadounidense “The New York Times”, publicado en la portada del 19 de junio pasado, titulado: “Somos los nuevos enemigos del Estado: el espionaje de activistas y periodistas en México”, con lo cual los casos fueron difundidos a nivel nacional e internacional.
Para Cisneros Soltero, otro motivo por el cual los ciudadanos deben estar interesados en esta temática, es la inversión que el Gobierno mexicano realizó para la adquisición del mencionado malware, la cual rebasó los 80 millones de dólares, provenientes de dinero del erario público, lo que provoca la disminución de presupuestos en otros rubros. “Al final (el programa de espionaje) lo pagamos nosotros, y reducen presupuesto para becas de CONACYT, para educación o para cultura (…) es por ello que todos deberíamos estar involucrados y no solo los afectados”, acotó la también periodista.
Desde el punto de vista de la comunicadora, en un país como México, que no es democrático y no hay transparencia, no existen las garantías para la utilización de este tipo de programas informáticos de espionaje, inclusive para cuestiones de seguridad pública, pues no solo haría falta una legislación sobre dicho tema sino, sobre todo, un gobierno distinto que velera por la correcta aplicación de las leyes. “Tenemos muchas legislaciones que, al final, son letra muerta; no basta con legislar, sino que se debe aplicar lo legislado”, mencionó detallado que en este caso la Procuraduría General de la República (PGR) puede argumentar Pegasus fue comprado para vigilar al crimen organizado y aun así no sólo lo están ocupando para tal fin.
Asimismo la entrevistada explica que estos acontecimientos dejan, una vez más, al descubierto que en México no existe democracia alguna, pues las declaraciones ofrecidas por el Presidente de República cuatro días después de la publicación del informe y sobre este respecto, “dejan toda la carga sobre las víctimas”, en lugar de asegurar los casos serían investigados. En su discurso, Enrique Peña Nieto, según la perspectiva de la Directora de CENCOS, normaliza la situación de espionaje en la nación al decir que él mismo se siente espiado. “Que el Presidente de un país sea espiado, no quiere decir que esté bien (el espionaje a más actores); y está peor que lo diga delante de las cámaras como si fuera algo común”, comenta.
La reflexión que a la comunicadora le surge a raíz de esta situación, es que los ciudadanos deben tener las “antenas bien puestas porque ya conocemos el ‘modus operandi´” del Administración federal, y pero también asegura que se debe exigir que el Gobierno mexicano rinda cuentas. “¿Qué debe pasar en el país para que el Estado empiece a aceptar todo lo que ha hecho, y todo lo que sucede en el país?”, se pregunta retóricamente Cisneros Soltero.
Para que este tipo de situaciones no se vuelva a repetir, la periodista considera se debe pedir la actuación de los demás poderes de gobierno, y con ello se finquen las responsabilidades necesarias. Asimismo, cree importante la intervención en estos asuntos de organismos internacionales, que auxilien en el esclarecimiento de los hechos.
“En esta ocasión (por espiar a un adolescente) se “volaron la barda” (…) no debemos permitir que las cosas se queden así”, acota reafirmando su molestia por el “descaro” con el que actúan las autoridades del Estado Mexicano.
Una de las respuestas para poder enfrentar este tipo de embates a los que se enfrentan durante el ejercicio diario de su labor los periodistas, asegura Cisneros, es la organización de redes de apoyo en los diferentes estados de la República con los integrantes del gremio, que reaccionen en cuanto sean vulnerados los derechos de la prensa en cualquiera de sus miembros; organización que, afirma, ya se está empezando a dar desde el centro del país.