“La materia no se crea ni se destruye, solo se transforma”
Lavoisier
El incendio sin fin del basurero a cielo abierto ubicado en el municipio de Cuiltláhuac, Veracruz, es uno de tantos focos de contaminación en América, el cual requiere inmediatamente la acción gubernamental de todos los niveles de gobierno y de la sociedad civil: el ejecutivo para actuar, el legislativo para regular y el civil para organizar lo que se tira como basura y disminuir la cantidad de lixos.
Un basurero por naturaleza es entrópico; los botes, carretillas y camiones llevan una mezcla de todo lo que se puede considerar basura: orgánicos de todo tipo, desde alimentos hasta desechos humanos, inorgánicos, desde metales cargados de plomo hasta plásticos cargados de químicos. Todos estos contaminan sin poner dudas, pero un cocktail como este en pirosis potencializa la intoxicación que abarca desde lo ambiental a la tierra, al aire, al agua, así como a la salud humana.
Las poblaciones vulnerables no se salvan ni ricos ni pobres, sin embargo los de situación limitada son los más afectados. Centrando este ensayo editorial hacia la salud humana y en especial el caso de Cuitláhuac, el tiradero a cielo abierto del antiguo municipio de San Juan de la Punta genera tres elementos básicos de afectación al ser humano: enfermedades crónico degenerativa, neuro-inmunológico e infecto-contagiosas. Lo explicaré en términos claros:
1.- Plásticos. La aun mala política en el desecho de plásticos genera contaminación, se quemen o solamente se degraden por el calor ordinario. El mayor problema de estos son los compuestos que ellos, derivados hidrocarburos utilizan para tener dureza o no, y esos son los adherentes con Ftalatos y el bisfenol A. Ya sean bolsas, botellas, PVC y demás, como también las latas de comida que se recubren interiormente para conservar alimentos, provocan serios daños a la salud por ser disruptores endócrinos, es decir, alteran el sistema hormonal. Esto puede dañar la salud en humanos y demás animales provocando tumores benignos y malignos, y aumentando la diabetes mellitus, de la obesidad e hipertensión arterial. Si fuera esto poco, la combinación de estas patologías contribuye a aumentar problemas cardiacos y pulmonares; situación que otorgaría un daño importante a la salud el incendio y contaminación del basurero de Cuitláhuac, y todos los demás que tenemos en el país.
2.- Metales. Numerosos desechos como latas, plásticos, juguetes, aluminio, fierro y demás están pintados con colorantes a base de plomo. El calor desprende el plomo y contamina la tierra y el agua, retornando en el ciclo ambiental al hombre. La contaminación por plomo genera graves problemas al sistema nervioso que pueden ser desde alteraciones al estado emocional hasta dolor de cabeza o afectación serias a este sistema. Si fuera poco, el plomo afecta el desarrollo de los productos en el embarazo y en el desarrollo del niño.
3.- Residuos biológicos. De acuerdo a reportes de la Asociación de Afectados por Anaversa, el basurero de Cuitláhuac también contiene residuos biológicos infecciosos, quizá provenientes de algunos servicios médicos contraviniendo a la NOM-087-ECOL-SSA1-2002. Junto con ello, los residuos ordinarios de casa como papel higiénico, toallas sanitarias y otros de personas enfermas serán la comida preferida para los carroñeros que abundan en el basurero. Pero su calentamiento aumentará la fertilidad de las bacterias y parásitos las cuales encuentran estrategias evolutivas para llegar a los vecinos de esta región. Quizá si pensamos que estando lejos del basurero en llamas estaremos a salvo es una mentira, ya que el aire y el agua recorren el municipio impregnando de todo lo que se emana en el basurero sin siquiera notarlo.
Creo que el problema en el basurero debe ser tomado como una emergencia epidemiológica por la autoridad de salud, la cual no se ve muy atenta al respecto. Probabilísticamente, la morbilidad en la región centro de Veracruz se verá afectada, dando el incremento de enfermedades crónico degenerativas como síndrome metabólico y sus componentes como la diabetes mellitus, la obesidad, la hipertensión arterial, además de problemas en el embarazo, en el desarrollo de los niños, en el sistema nervioso, en la piel, en las vías pulmonares y el abanico de problemas oncológicos como podría esperarse en leucemias, cáncer cervicouterino, de mama y piel, entre los más frecuentes. En concreto, si las autoridades responsables no cumplen sus funciones, no apagan el fuego con químicos (no con agua), no cancelan el basurero, no legislan para otras formas de depósito y transformación de la basura, no hacen el estudio epidemiológico y emprenden las acciones necesarias de salud como una vigilancia epidemiológica, estarán en forma pasiva a un gran daño a la salud de los veracruzanos que dará numerosas víctimas las cuales con buena voluntad se pueden evitar.
*Médico e investigador, Diputado suplente por el XX Distrito local Orizaba